Las tecnologías digitales llegaron para que permaneciéramos conectados en el plano personal, pero también para facilitar la gestión empresarial. Eso de “transformación digital” te sonará a algo propio de las grandes corporaciones si la tuya es mediana o pequeña, pero nada más lejos. Un software de recursos empresariales o ERP, por ejemplo, puede aportar múltiples beneficios.
Es posible que hayas leído sobre ellos y aún no te hayas convencido de lo idóneo que resultaría implementarlo, así que te invitamos a prestar atención a esas señales que indican que, efectivamente, puedes estar necesitando uno.
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Hay duplicidades y falta de comunicación
Los departamentos de una empresa no deben comportarse como compartimentos estancos con equipos yendo a lo suyo y sin responsabilizarse de lo demás. Ese comportamiento queda muy lejos de la necesidad de perseguir objetivos comunes y, como se suele decir, remar juntos en la misma dirección.
El ERP permite obtener datos de los diferentes departamentos para tener un control mayor y facilitar la comunicación.
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Los clientes no están satisfechos
Esto es lo que más puede disparar las alertas. Si el producto es bueno, accesible y cubre la necesidad de un público bastante amplio, ¿qué falla? El problema puede estar en la comunicación: no se segmentan de la forma adecuada las campañas de marketing, el servicio postventa no es bueno, no se conoce un perfil ideal al que dirigirse, etc. Son cuestiones que un ERP puede ayudar a solucionar.
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No hay quien abarque la alta cantidad de datos
Supongamos que la empresa ha ido creciendo poco a poco y lo que antes se controlaba fácilmente a través de Excel o programa similar ahora se ha vuelto inmanejable: no hay quien controle las ventas, los recursos técnicos y humanos, las finanzas, etc. Todo eso va en contra de la optimización y puede costar tiempo y dinero.
El ERP permite integrar y actualizar datos, a la vez que los mantiene bien accesibles para evitar conflictos administrativos internos.
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La seguridad hace aguas
Nunca se le presta la atención que merece, hasta que empieza a fallar. El robo o la pérdida de información es un problema global en estos tiempos, y muchas veces son las propias empresas las que no se han preocupado por tomar las medidas mínimas. Un ERP, sin embargo, presenta diferentes niveles de acceso y autorización, y crea copias de seguridad de manera automática. Eso siempre resulta útil ante los más que probables errores humanos.
Elabora un diagnóstico de los problemas que sufre tu empresa y busca una solución cuanto antes. No tomar medidas a tiempo es contraproducente.