Un ERP no es nada más que un software de gestión empresarial. Estas herramientas son cada vez más comunes en el mundo de la empresa, pues ofrecen muchas facilidades y permiten a las organizaciones aumentar sus ingresos.
Os mostramos cinco síntomas definitivos de que tu empresa necesita un ERP.
El negocio está creciendo
Si estás en periodo de expansión, tienes más clientes, más responsabilidades, más información que gestionar, tienes que contratar más empleados, rediseñar estrategias de venta e incluso estás pensando en lanzarte al mercado virtual, la solución pasa por un software ERP.
Diferentes herramientas para procesos distintos
Otro signo de que necesitas un ERP es que la empresa cuenta con diferentes sistemas de gestión en los distintos departamentos. Esto tiene como consecuencia una mala comunicación interdepartamental.
Un ERP permite condensar toda la información en una única base de datos que se actualiza de manera progresiva.
Sigues abusando de Excel
No vamos a negar que Excel es un programa muy útil. Pero acumular mucha información en hojas de Excel acaba por derivar en una situación poco práctica. Un ERP permite acceder a los datos de forma organizada y la contabilidad de la empresa es mucho más controlable.
Unificar datos y tareas en un ERP reduce al mínimo el margen de error y la carga de trabajo en temas de contabilidad y de contabilidad.
No hay acceso sencillo a la información sobre la empresa
Visualizar los datos de la empresa de manera global facilita enormemente la toma de decisiones. La información dispersa suele implicar un desconocimiento absoluto del estado de la empresa.
Problemas en el servicio de atención al cliente
Otro de los síntomas que advierten de la necesidad de implementar un ERP es que ya no tienes datos actualizados sobre los clientes y existen problemas con la gestión de inventarios, esto se traduce en pérdida de fidelidad y confianza del cliente.
Una vez implementado, se puede recuperar ese feedback con el cliente, mejorar esa relación empresa-cliente.