La implantación ERP implica un periodo de cambios fundamentales para cualquier empresa, es lógico que te asalten todo tipo de dudas, ¿cómo saber si he escogido al proveedor ideal? ¿Tenemos la infraestructura necesaria? ¿Son realistas mis objetivos de negocio con la capacidad tecnológica de la empresa?
Basándonos en nuestra propia experiencia y el testimonio de expertos analistas, hemos preparado este artículo para responder a tus dudas y acompañarte en esta importante decisión para tu empresa.
EVALÚA ERP Y PROVEEDOR
Una vez decididos por la implantación ERP y puestos a ello, lo primero es elegir el sistema que vamos a implementar. Ya que decidimos asumir nueva tecnología, debemos tener cuidado con escoger un software que se pueda quedar obsoleto. Necesitamos un ERP actualizado para que se adapte a las nuevas exigencias del mercado, como integración con social media, e-commerce, business intelligence, etc. Además, la solución ERP debe responder a criterios de flexibilidad que te permitan afrontar futuras necesidades que no fueron previstas en un principio.
Los testimonios y casos de éxito que se ofrecen en las páginas webs de los proveedores de software son una buena herramienta para investigar la reputación de la empresa y la fiabilidad del sistema que nos interesa. O también se puede solicitar directamente al vendedor algunas referencias de su cartera de clientes.
PLANIFICAR ES CLAVE EN LA IMPLANTACIÓN ERP
Debes conocer y establecer las necesidades de tu empresa a corto y medio plazo. Esto te permitirá establecer fases que permitan llevar un control del tiempo y definir los objetivos y metas. Hay que tener en cuanta qué módulos se van a implantar y cuánto tiempo llevará cada uno de ellos. Una buena planificación evitará posibles imprevistos. La falta de coordinación o posibles desviaciones en los plazos de ejecución pueden provocar costes innecesarios y generar inestabilidad.
ESTABLECER OBJETIVOS CLAROS
Otro aspecto fundamental es definir con claridad los objetivos: todas las partes interesadas deben saber exactamente cuáles son las expectativas para el proyecto y utilizarlas como guía durante el proceso para asegurarse de que todo se está llevando a cabo según lo previsto. Al finalizar el proyecto, los líderes de la empresa podrán utilizar esas métricas para valorar el rendimiento de la inversión y determinar si el nuevo sistema fue un éxito.
Establece también un sistema de monitorización del proceso para que puedas controlar la implementación sin riesgos. Dependiendo de la magnitud del proyecto, se deberían promover controles mensuales a modo de seguimiento y realizar informes en relación a la evolución del proyecto
IMPLICAR DE FORMA ACTIVA A LOS TRABAJADORES
Tienes que tener muy presente que la implantación ERP afectará en todas las áreas funcionales de la empresa, y eso significa que todos, desde cargos directivos hasta los empleados permanentes, deben participar en la implementación. Otra buena opción es elegir un pequeño equipo que quiera involucrarse en el proceso, con ganas de hacer las cosas bien y que entienda la magnitud del proyecto y los beneficios que aportará a la empresa.
También en este sentido, debes tener en cuenta la formación y el aprendizaje de toda la plantilla, para lo que se debería destinar una inversión ajustada a la ambición del proyecto. Formar adecuadamente a los empleados que van a utilizar el nuevo software garantiza una mejor adaptación y mejora las posibilidades de éxito.
Asersa Soluciones Informáticas
Implantación ERP