En publicaciones anteriores, ya os hemos hablado de los sistemas ERP, su definición, así como algunas de sus principales características y beneficios. Hoy queremos pararnos a repasar qué tipos de ERP serían adecuados para cada compañía, dependiendo de sus propias peculiaridades. Los constantes adelantos en software ERP ofrecen hoy día grandes posibilidades a la hora de implementar un sistema, desde paquetes estándar que se ocupan de una manera genérica del funcionamiento de una compañía, a programas específicos desarrollados para vertebrar todos los procesos de esa marca.
Según varios estudios, solo un 20 % de las empresas que deciden asumir un sistema ERP se decide por el software a medida antes que usar uno ya existente. Pero las estadísticas dicen que dependiendo del sector y el volumen de negocio, puede interesar implementar un software a medida o puede que sea más conveniente asumir uno de diseño estandarizado. La solución a esta diatriba debe responderse a partir de las propias circunstancias del cliente.
Si estás pensando implementar este tipo de tecnología en tu empresa, te dejamos una serie de ventajas e inconvenientes que pueden ayudarte a tomar la decisión correcta.
ERP ESTÁNDAR
Podemos definir una solución ERP estándar como un paquete de software creado por alguno de los muchos fabricantes del sector. Se trata de un conjunto de aplicaciones y programas ya diseñados y organizados por módulos, que deberás moldear y posteriormente adaptar en función de las necesidades de tu empresa.
La principal ventaja suele ser económica, ya que al ser un producto elaborado suele implicar costes más bajos a la hora de asumirlo y al tratarse de un software ya existente, la implementación también resulta rápida. Además, ofrece ciertas garantías ya que podemos evaluar su funcionamiento a través de otros clientes que ya lo hayan asumido, conocer casos exitosos de otras empresas, opiniones de los usuarios y aspectos positivos o negativos de su funcionamiento.
En cuanto a los contras, quizá el más inmediato inconveniente de esta elección es que te ata al proveedor de manera muy estrecha, porque no resulta fácil cambiar de sistema de gestión empresarial.
Al tratarse de un producto ya desarrollado, es tu empresa la que debe adaptarse al sistema que impone el ERP, en lugar de ser el software el que se amolde a tu forma de trabajar. Además, es inevitable que el ERP que implantes incluya módulos o funciones que no necesitas y deberás hacer desarrollos a medida para cubrir aspectos propios de tu actividad que no contemple el paquete.
ERP A MEDIDA
La opción de apostar por desarrollar software a la medida de nuestro negocio ya vimos que no es la más extendida, pero conlleva un número importante de beneficios.
Una de las primeras ventajas es que los operarios se habitúan antes a manejar la nueva solución porque se ajusta a su forma de trabajar actual, en lugar de obligarles a adaptarse a las programaciones establecidas en una solución estándar. Asimismo, un ERP a medida también puede suponer un elemento de diferenciación respecto a la competencia, ya que potenciará procesos en los que tu negocio destaca especialmente.
Un ERP a medida implica además no pagar licencias al fabricante, no depender de la compañía que lo creó y poder realizar el mantenimiento o modificaciones de manera interna sin tener que acudir a ellos. Al estar diseñado para tu empresa, las funcionalidades del ERP se ajustarán fielmente a lo que necesitas y evitas pagar por módulos o funciones que no precisas, así como verte forzado a asumir infraestructuras excesivas respecto a tus necesidades reales.
El principal inconveniente es el proceso de implementación, que suele resultar más lento que en el caso estandarizado, y al ser una solución nueva y específica no implica garantías totales de que el resultado final sea satisfactorio, aunque las estadísticas hablan en su favor.
El software a medida implica una alta especialización, no solo sobre nuestro negocio, sino sobre nuestro propio modelo de negocio. El software nos ayudará a realizar mejor nuestras tareas, lo que nos proporcionará gran estabilidad. Sin embargo, solo crece a petición del propio cliente, por lo que mientras no sea éste quien realice las peticiones de mejora, el software no evolucionará, ni en prestaciones ni tecnológicamente.
No suele haber costes de mantenimiento, pero la mayoría de nuevos desarrollos, aunque sean simples cambios legales, requieren de inversiones importantes.
EL MEJOR ERP
Como hemos visto, en la actualidad existe una amplia variedad de soluciones ERP para todo tipo de empresas o sectores y en las dos posibilidades analizadas nos encontraremos pros y contras. Por tanto, antes de decidir la mejor opción deberíamos plantearnos al menos un par de preguntas: ¿Cuál es la especialización de mi negocio? ¿Estoy dispuesto a adaptar el desempeño de mi empresa al software o debe adaptarse el software a mi forma de trabajar?
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